Hace 11 años
La finalidad de este blog, es mostrar algunas características de los servicios de guardería y de adiestramiento que se realizan.
Pinchando en las imágenes podreis ver ampliadas las fotos de algunos de los amigos con los que he tenido la suerte de compartir paseos, juegos, educación y muy buenos momentos.
Pinchando en las imágenes podreis ver ampliadas las fotos de algunos de los amigos con los que he tenido la suerte de compartir paseos, juegos, educación y muy buenos momentos.
lunes, 22 de junio de 2009
La controversia del encantador de perros
Por Lisa Mullinax, CPDT
Extraído íntegramente de: http://www.4pawsu.com/dogpsychology.htm
Con la reciente popularidad del programa de televisión sobre los problemas caninos, ha sido retomada la controversia sobre qué métodos son los más humanos y efectivos para reconducir los problemas de comportamiento en los perros y está provocando división en los amantes de éstos en todo el mundo.
Mientras conductistas, adiestradores y otros profesionales caninos reconocen que el programa presenta la idea a los propietarios de que los comportamientos de sus perros pueden ser cambiados, por otro lado, da la falsa impresión de que los mismos pueden ser modificados en cuestión de horas. Los profesionales coinciden, así mismo, en que los métodos utilizados, la mayoría de ellos, son conocidos por estimular e incrementar los comportamientos agresivos.
Este artículo estudiará las bases de la controversia y tratará de separar los hechos del marketing. Siempre que sea posible se incluirán enlaces y recomendaciones de lecturas presentados como referencia o utilizados para elaborar el punto tratado. Recomendamos enormemente a aquellos que estén en desacuerdo con este artículo, leer las referencias que se incluyen antes de contactar con nosotros.
“PSICOLOGÍA CANINA”: ERRORES DE BASE
Todas las explicaciones y respuestas dadas en el programa se centran en la “psicología canina” con la idea de que el perro es un animal de manada que necesita un líder de la misma. La “teoría del líder de la manada” se usó en el pasado para explicar los comportamientos caninos durante un tiempo en el que no existían prácticamente estudios realizados del comportamiento de los perros.
Para entender porqué la teoría del líder de la manada es un modelo erróneo de comportamiento, es necesario entender de dónde procede y la versión moderna del tema.
Teoría de la dominancia: Los lobos
La dominancia fue en su momento tomada como la razón y la solución de los problemas de comportamiento en perros. Esta creencia se originó en el estudio de manadas de lobos cautivos en los años 40 y fue popularizada por los monjes de New Skete en 1978. Esta creencia llevó a temer que estos animales pudieran dañarnos físicamente a menos que “demostrásemos nuestra dominancia”. Métodos como el alpha roll y los tirones de correa eran recomendados a los propietarios con frecuencia como forma de “establecer la dominancia” sobre sus mascotas.
En cualquier caso, surgen multitud de problemas al desarrollar el adiestramiento basado en estas creencias:
Los estudios sobre lobos estaban seriamente errados. En primer lugar, los estudios se realizaron sobre lobos en situación de cautividad, no en sus hábitats naturales. En segundo lugar, los lobos habían sido capturados de diferentes manadas, creando una volátil y artificial estructura de manada. Nada de lo cual proveyó a los investigadores del momento de un punto de vista correcto del comportamiento normal de los lobos.
Estudios más exhaustivos de los lobos, en su entorno natural, han revelado desde entonces que las manadas de lobos están formadas por familias; la pareja reproductora, que comparte el liderazgo, y su descendencia 1 que permanece en la manada hasta los 2 ó 3 años de edad, cuando comienzan a formar sus propias familias. Generalmente, casi todos los lobos se convierten en “alfas” si sobreviven lo suficiente para emparejarse y criar.
Teoría de la dominancia: Perros
Los perros no son lobos domesticados. El perro doméstico es una especie diferente que evolucionó del lobo aproximadamente hace 14.000 años y presentan comportamientos que no se dan en éste. Así mismo, los perros no ofrecen comportamientos que sí están presentes en los lobos, como regurgitar la comida para alimentar a sus cachorros.
En “Perros: Una nueva interpretación sobre su origen, comportamiento y evolución” Ray y Lorna Coppinger escriben:
“Hoy en día, la creencia popular parece apoyar que si los perros descienden de los lobos, deberían tener cualidades de ellos. Pero el modelo de selección natural muestra que las cualidades de los lobos han sido enormemente modificadas. Los perros no piensan como lobos, ni se comportan como ellos”.
Observaciones de perros vagabundos a lo largo de todo el planeta revelan que los perros son seres sociales, que utilizan señales de sumisión para mantener la paz, no señales de dominancia. Estos perros, a veces llamados parias, son más carroñeros que predadores, y por lo tanto, viven mucho más aislados que los lobos, dado que no reporta ningún beneficio para un carroñero compartir sus limitados recursos con un gran grupo de animales. Estos perros raramente forman manadas, y cuando lo hacen, están pobremente estructuradas con individuos uniéndose y abandonándolas de manera fortuita y frecuente, una característica que no se observa en las manadas de lobos.
Además, los individuos domesticados de especies salvajes deberían, como regla general, volver, al ser liberados, a su estado salvaje en pocas generaciones. Los perros, de los que existen numerosos tipos salvajes a lo largo del mundo, no han vuelto a ser lobos ni en apariencia ni en comportamiento.
Toda esta evidencia desacredita rotundamente la idea romántica de que los perros son versiones suavizadas del lobo.
“El liderazgo” en los animales tiene más que ver con el control de los recursos que con el control de los individuos mediante el uso de la fuerza. Como expone Myrna Milani, escritora y veterinaria etóloga:
“… la marca de un verdadero líder es la habilidad de controlar sin ejercer la fuerza. Y, de hecho, los animales salvajes que recurren a la fuerza bruta para mantener su estatus, generalmente son eliminados por la carga genética, porque su forma de desenvolverse requiere demasiada energía”
Las luchas de poder con los perros no transmiten más liderazgo que el reflejado por un humano adulto involucrado en una lucha física con un niño pequeño o un ladrón de bancos armado frente a sus rehenes.
La realidad es que, gracias a un golpe de suerte extraordinario, hemos sido bendecidos con manos articuladas con pulgares que nos permiten acceder a la mayoría, si no a todos, los recursos que los perros desean. Manteniendo el control de estos recursos, incluyendo la comida, esparcimiento y atención, y no ofreciéndolos de manera gratuita o bajo demanda, no es necesario llegar a las luchas de poder con nuestros perros. Tenemos todo lo que el perro desea. Ya somos los “dominantes”. El truco está en no entregar estos recursos gratis aunque lo soliciten.
Los métodos de adiestramiento basados en la dominancia requieren una energía muy intensa a los humanos. Requieren que las personas reaccionen constantemente a las acciones del perro, como por ejemplo, corregir con un tirón de correa cuando gruñe, lo cual inicialmente coloca al perro como líder. Esta no es la manera en que los individuos “dominantes” se comportan – es, de hecho, la forma en que se comportan los individuos inseguros. Así que esos métodos de “calma-asertiva” transmiten la inseguridad de los abusones, más que liderazgo.
Los humanos no son ni perros ni lobos. Así que cuando tratamos de responder a un comportamiento u otro, estamos genéticamente destinados a fallar. Carecemos de la fisiología adecuada, la precisión y la exactitud con las que ofrecer el mismo tipo de señales y correcciones que usan los lobos o los perros con los otros para mantener la paz.
No somos perros y nuestros perros lo saben. No somos lobos y nuestros perros lo saben. Emplear una energía enorme para intentar ser algo que no somos no comunica liderazgo. A lo mejor, los divertimos. A lo peor, nos hacemos peligrosos e impredecibles a los ojos de nuestros perros, lo que tampoco transmite liderazgo en absoluto.
Afortunadamente, hemos aprendido mucho sobre el comportamiento canino desde comienzos de 1900. Así como llevó siglos que el género humano aceptara que la tierra no era plana, puede llevar décadas que aprenda que los perros no son lobos y que sus acciones y emociones son mucho más complejas que las simples etiquetas de “dominancia” y “sumisión”.
EJERCICIO
En el programa de televisión, se concede mucha importancia al ejercicio como una necesidad básica del perro. Los perros necesitan ejercicio. Lo siguiente no es un intento de minimizar la importancia del ejercicio regular. En cualquier caso, la mayoría de razas fueron desarrolladas para un trabajo en particular, que requiere ejercicio físico pero también mental. Los perros necesitan estimulación mental tanto como el ejercicio físico.
La estimulación mental, a través del adiestramiento, rastreo u otras actividades de trabajo satisfacen las necesidades del perro en ambos sentidos, físico y mental. Pasear al perro con una correa corta puede ser más fácil, pero le concede poco ejercicio aeróbico y no le permite obtener estimulación mental mediante la exploración del entorno como ocurriría en actividades sin correa.
Los ejercicios de estimulación mental también satisfacen las necesidades de los perros incapacitados físicamente debido a la artritis, displasia u otros problemas de salud.
El ejercicio forzado, como hacerlo correr en una cinta para caminar, satisface la necesidad física de ejercicio, pero no permite al perro decidir, no provee estimulación mental, ni socialización ni interacción con el propietario. En el Acta Federal de Bienestar Animal, las cintas andadoras están consideradas como ejercicio forzado y no están permitidas como medio para satisfacer las necesidades de ejercicio de los perros en las residencias caninas.
La cinta andadora, aún así, requiere tiempo por parte del propietario, dado que el perro debe ser constantemente supervisado para evitar daños y el potencial de abuso es alto. Hay otras actividades más satisfactorias como pasear, entrenamiento y deportes como el agility, Rally-O, pastoreo, rastreo o carreras de perros con señuelo disponibles para los propietarios a través de los clubes de raza y los grupos locales de adiestramiento, quienes pueden ofrecer a tu perro las actividades que encajen con su raza.
Comportamientos agresivos. Los perros que son reactivos con otros perros, con personas o con otros estímulos que se encuentran habitualmente en los paseos pueden empeorar con la exposición continua. ¿Reduciría tus niveles de estrés el ser perseguido por un oso? Por supuesto que no. Tus instintos de supervivencia se dispararían, enviando a tu cuerpo a una situación de sobrecarga de estrés para mantenerte vivo.
Los niveles de estrés en el perro, también el cortisol y la adrenalina, se elevan con cada paseo y exposición al estímulo desencadenante (sea persona, animal u objeto). No solo los niveles elevados de esas hormonas conducen a problemas de comportamiento, sino que disminuyen la respuesta inmune, dejando al perro más susceptible a las enfermedades.
Es por esto que los programas efectivos de modificación de comportamiento comienzan en entornos de bajo estrés, antes de, gradualmente, exponer al perro a niveles progresivos de contacto con las personas, animales u objetos que provocan el comportamiento agresivo. No es necesario que sean entretenidos en la televisión, solo que los resultados sean duraderos.
¿Necesidad primaria? Contrariamente a las afirmaciones emitidas en el programa, la necesidad básica primaria de un perro para la supervivencia no es, de hecho, el ejercicio. Si un perro emplease todo su tiempo y energía en hacer ejercicio, no le quedaría nada para dedicarlo a establecer y defender su territorio, ni para cazar o buscar alimento, ni para tener descendencia. El ejercicio se desarrolla a través de esas actividades, no en vez de ellas.
El entrenamiento y otras actividades proveen a los perros de la estimulación física y mental necesarias para su bienestar pleno. Los perros bien educados disfrutan de actividades “sin correa” con más frecuencia, lo que les provee del adecuado ejercicio físico y mental.
DISCIPLINA Y AFECTO: POSITIVO NO SIGNIFICA PERMISIVO
Con un mayor conocimiento del comportamiento, los conductistas y adiestradores de hoy día utilizan métodos positivos para modificar incluso los comportamientos más extremos en los perros con fantásticos resultados. Esto incluye perros con problemas de agresión severos que pueden estar afrontando la eutanasia, o perros de la “zona roja”.
Esto no significa, en cualquier caso, que al perro no se le pongan límites, reglas firmes o responda sólo cuando existan premios que obtener. El adiestramiento positivo y los métodos de modificación de conducta comienzan marcando unos límites claros y controlando los recursos en la vida del perro, incluyendo afecto y juegos, que no son entregados al perro cuando los solicita ni gratuitamente. Se hace de una forma que permita al propietario tener éxito, para que pueda controlar su atención, pero aún así disfrutar de la compañía y el afecto de su perro.
Si los propietarios no siguen estas normas y limitaciones, se verán forzados a utilizar el castigo, puesto que no tendrán otra forma de motivar a sus perros. Muchos de estos propietarios dan a sus perros lo que estos quieren libremente cuando lo solicitan (“se vuelven sumisos”) y después penalizan al perro por asumir el rol “dominante”. Esto no es un problema de comportamiento canino sino un problema de comportamiento humano.
EL ESTRÉS EN PERROS
Uno de los mayores puntos de acuerdo de los expertos respecto al programa de televisión es que la mayoría de los perros muestran señales de un significativo estrés, algunos hasta el punto de morder a la estrella del programa. Mientras mucha gente es capaz de reconocer claros signos de estrés como los ladridos, gruñidos y enseñar los dientes, los perros nos muestran numerosas señales sutiles de estrés antes de saltar a manifestaciones más impresionantes. Algunas de estas señales sutiles incluyen:
Bostezos
Respiración acelerada después de poco o ningún esfuerzo físico
Posición baja o atrasada de las orejas
Lamido repetido de los belfos o nariz
Aumento repentino de pérdida de pelo o piel
Cola baja o postura encogida
Movimientos tensos y lentos
Si un perro exhibe repetidamente estas señales durante la sesión de adiestramiento, es momento de reevaluar los métodos, el entorno o el comportamiento del propietario/adiestrador. ¿Es el entorno muy estresante? ¿Causan dolor al perro los métodos o el equipamiento? ¿Se le está exigiendo mucho al perro antes de tiempo?
Todos necesitamos de cierta cantidad de estrés para sobrevivir. El hambre es una forma de estrés. Si no nos sintiésemos hambrientos, no comeríamos. En cualquier caso, los métodos humanos y amables no sólo significan ausencia de sufrimiento, también significan ausencia de estrés indebido. Un perro que está estresado hasta el punto de llegar a la agresión, miedo o desconexión (indefensión aprendida) es físicamente incapaz de aprender y cualquier intento de adiestramiento mientras esté en ese estado será un desperdicio.
¿REHABILITACIÓN O SUPRESIÓN?
La modificación de conducta es el proceso de cambiar las emociones subyacentes de un perro (desensibilización) exponiéndolo gradualmente al estímulo desencadenante (perro, persona, coche, etc), y enseñándole, entonces, un comportamiento alternativo (contracondicionamiento). Este proceso mantiene al perro por debajo del nivel al que reacciona (comúnmente llamado umbral de reacción) y gradualmente enseña al perro una respuesta más deseable en situaciones de estrés. Hay una diferencia entre suprimir un comportamiento y modificarlo.
La supresión generalmente es llevada a cabo usando la fuerza o la inundación. La supresión del comportamiento detiene el comportamiento en el momento, pero requiere que el propietario repita los pasos necesarios constantemente, una y otra vez. Cuando muchos propietarios se preguntan “Qué debo hacer cuando mi perro…..” esto parece la solución. En cualquier caso, no estamos cambiando la razón subyacente del comportamiento.
Un perro con modificación de conducta ofrece el comportamiento alternativo de buena gana, como mirar al propietario en vez de arremeter contra un perro extraño, sin necesidad de una correa tirante o una restricción física, permitiendo al propietario premiar el comportamiento más deseable, en vez de “corregir” el comportamiento indeseado.
El uso de la fuerza incluye el castigo como correcciones verbales, correcciones de correa o presionar el cuello de tu perro con los dedos. Puede incluir igualmente forzar al perro a tumbarse de lado o panza arriba. Aunque técnicas como estas pueden suprimir los síntomas del problema de comportamiento momentáneamente (si no provocan una respuesta agresiva), el uso de la fuerza frecuentemente empeora los problemas conforme el perro crea una asociación entre el castigo y el detonante (persona, lugar o sitio) que incita el comportamiento agresivo o indeseado. En la mayoría de los casos, la frecuencia o la forma de castigo debe ser incrementada para mantener la supresión.
Mientras hay tipos de castigo que pueden ser usados de forma humana y efectiva para modificar los problemas de adiestramiento de bajo nivel, el uso de aversivos, como se ve en el programa, suprimen los síntomas del comportamiento a corto plazo. A largo plazo, el fallo conductual puede llevar meses o años en salir a la superficie.
Inundación. Si tienes miedo de las arañas, ¿disminuirá tu miedo si te doy un masaje con un par de tarántulas? La inundación es la exposición prolongada y forzada a algo que es o se ha vuelto desagradable. Esto incluye empujar a un perro miedoso a una piscina o sumergir a un perro reactivo a los perros, en un entorno con un número elevado de ellos. Cuando un perro es inundado, puede “apagarse” debido al estrés y dejará de mostrar sus problemas de comportamiento. Esto no es solucionar el problema, aunque dé esa impresión, dado que el perro no muestra signos claros de agresión, de hecho, el perro no está haciendo nada en absoluto.
Aunque una modificación de conducta real no es un proceso rápido, y aunque, ciertamente no sea apropiada para un programa de televisión, los efectos son más permanentes que los que obtenemos de la supresión del comportamiento por medio de la fuerza o la inundación.
CAUSAS MÉDICAS PARA PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO
No todos los problemas de comportamiento son resultado de una falta de adiestramiento, ejercicio, liderazgo o disciplina. Hay muchas causas médicas que los provocan también. Los despistes higiénicos en el hogar pueden ser debidos a infecciones del tracto urinario y la agresividad puede ser una reacción de dolor causada por lesiones o enfermedades. La agresión podría ser disparada por heridas, o enfermedades como el hipotiroidismo.
En un episodio reciente de O el perro o yo, a un Bulldog Americano que exhibía conductas agresivas hacia las visitas se le diagnosticó hipotiroidismo después de que el adiestrador recomendara un chequeo veterinario. Los propietarios no habían siquiera imaginado que el perro tuviera problemas de salud que contribuyeran a su comportamiento.
Hay también algunos comportamientos que no tienen causas físicas sino mentales, como los desórdenes compulsivos. Un popular video de internet muestra a un perro atacando su pata. Este es un magnífico ejemplo de un problema de comportamiento compulsivo. Este tipo de problemas no serán modificados con ejercicio, – de hecho, el perro del video mostraba este comportamiento tras los paseos – liderazgo o disciplina.
Un profesional cualificado reconocerá cuando un problema de comportamiento puede tener una causa médica y dará los consejos adecuados antes de intentar tratarlo con adiestramiento.
Cualquier cambio repentino de comportamiento debería ser siempre consultado a un veterinario.
¿PSICOLOGÍA CANINA O PSICOLOGÍA DE CHISTERA?
La psicología canina o, más adecuadamente, el estudio del comportamiento animal, no es un completo misterio reservado a la interpretación de unos pocos. Aunque hay algunas áreas en las que nuestro conocimiento es incompleto, hay una increíble cantidad de información avalada científicamente.
CONCLUSIÓN
¿Es el ejercicio importante? ¡Por supuesto! ¿Necesitan normas los perros? ¡Seguro! ¿Necesitamos dejar de humanizar a los perros y adquirir mayores conocimientos sobre el comportamiento canino? ¡Definitivamente sí! Pero cómo se llevan a cabo todos estos objetivos es de igual importancia.
Un entendimiento básico del comportamiento canino puede ofrecer a los propietarios el conocimiento que necesitan para determinar los métodos correctos de educación para sus perros y evitar aquellos que ofrecen soluciones de “corte moderno” o psicología de chistera para vender métodos antiguos, y potencialmente peligrosos, en un nuevo empaque.
El hecho de que las bases del programa estén corruptas debería ser suficiente para hacer pensárselo dos veces a los propietarios antes de utilizar los métodos que se promueven. De todas maneras, en nuestra sociedad mediatizada, si sale en la televisión, debe ser verdad.
Traducido del original http://www.4pawsu.com/dogpsychology.htm
por: Virginia Millares Senosiain, www.damelapatita.com
.
Extraído íntegramente de: http://www.4pawsu.com/dogpsychology.htm
Con la reciente popularidad del programa de televisión sobre los problemas caninos, ha sido retomada la controversia sobre qué métodos son los más humanos y efectivos para reconducir los problemas de comportamiento en los perros y está provocando división en los amantes de éstos en todo el mundo.
Mientras conductistas, adiestradores y otros profesionales caninos reconocen que el programa presenta la idea a los propietarios de que los comportamientos de sus perros pueden ser cambiados, por otro lado, da la falsa impresión de que los mismos pueden ser modificados en cuestión de horas. Los profesionales coinciden, así mismo, en que los métodos utilizados, la mayoría de ellos, son conocidos por estimular e incrementar los comportamientos agresivos.
Este artículo estudiará las bases de la controversia y tratará de separar los hechos del marketing. Siempre que sea posible se incluirán enlaces y recomendaciones de lecturas presentados como referencia o utilizados para elaborar el punto tratado. Recomendamos enormemente a aquellos que estén en desacuerdo con este artículo, leer las referencias que se incluyen antes de contactar con nosotros.
“PSICOLOGÍA CANINA”: ERRORES DE BASE
Todas las explicaciones y respuestas dadas en el programa se centran en la “psicología canina” con la idea de que el perro es un animal de manada que necesita un líder de la misma. La “teoría del líder de la manada” se usó en el pasado para explicar los comportamientos caninos durante un tiempo en el que no existían prácticamente estudios realizados del comportamiento de los perros.
Para entender porqué la teoría del líder de la manada es un modelo erróneo de comportamiento, es necesario entender de dónde procede y la versión moderna del tema.
Teoría de la dominancia: Los lobos
La dominancia fue en su momento tomada como la razón y la solución de los problemas de comportamiento en perros. Esta creencia se originó en el estudio de manadas de lobos cautivos en los años 40 y fue popularizada por los monjes de New Skete en 1978. Esta creencia llevó a temer que estos animales pudieran dañarnos físicamente a menos que “demostrásemos nuestra dominancia”. Métodos como el alpha roll y los tirones de correa eran recomendados a los propietarios con frecuencia como forma de “establecer la dominancia” sobre sus mascotas.
En cualquier caso, surgen multitud de problemas al desarrollar el adiestramiento basado en estas creencias:
Los estudios sobre lobos estaban seriamente errados. En primer lugar, los estudios se realizaron sobre lobos en situación de cautividad, no en sus hábitats naturales. En segundo lugar, los lobos habían sido capturados de diferentes manadas, creando una volátil y artificial estructura de manada. Nada de lo cual proveyó a los investigadores del momento de un punto de vista correcto del comportamiento normal de los lobos.
Estudios más exhaustivos de los lobos, en su entorno natural, han revelado desde entonces que las manadas de lobos están formadas por familias; la pareja reproductora, que comparte el liderazgo, y su descendencia 1 que permanece en la manada hasta los 2 ó 3 años de edad, cuando comienzan a formar sus propias familias. Generalmente, casi todos los lobos se convierten en “alfas” si sobreviven lo suficiente para emparejarse y criar.
Teoría de la dominancia: Perros
Los perros no son lobos domesticados. El perro doméstico es una especie diferente que evolucionó del lobo aproximadamente hace 14.000 años y presentan comportamientos que no se dan en éste. Así mismo, los perros no ofrecen comportamientos que sí están presentes en los lobos, como regurgitar la comida para alimentar a sus cachorros.
En “Perros: Una nueva interpretación sobre su origen, comportamiento y evolución” Ray y Lorna Coppinger escriben:
“Hoy en día, la creencia popular parece apoyar que si los perros descienden de los lobos, deberían tener cualidades de ellos. Pero el modelo de selección natural muestra que las cualidades de los lobos han sido enormemente modificadas. Los perros no piensan como lobos, ni se comportan como ellos”.
Observaciones de perros vagabundos a lo largo de todo el planeta revelan que los perros son seres sociales, que utilizan señales de sumisión para mantener la paz, no señales de dominancia. Estos perros, a veces llamados parias, son más carroñeros que predadores, y por lo tanto, viven mucho más aislados que los lobos, dado que no reporta ningún beneficio para un carroñero compartir sus limitados recursos con un gran grupo de animales. Estos perros raramente forman manadas, y cuando lo hacen, están pobremente estructuradas con individuos uniéndose y abandonándolas de manera fortuita y frecuente, una característica que no se observa en las manadas de lobos.
Además, los individuos domesticados de especies salvajes deberían, como regla general, volver, al ser liberados, a su estado salvaje en pocas generaciones. Los perros, de los que existen numerosos tipos salvajes a lo largo del mundo, no han vuelto a ser lobos ni en apariencia ni en comportamiento.
Toda esta evidencia desacredita rotundamente la idea romántica de que los perros son versiones suavizadas del lobo.
“El liderazgo” en los animales tiene más que ver con el control de los recursos que con el control de los individuos mediante el uso de la fuerza. Como expone Myrna Milani, escritora y veterinaria etóloga:
“… la marca de un verdadero líder es la habilidad de controlar sin ejercer la fuerza. Y, de hecho, los animales salvajes que recurren a la fuerza bruta para mantener su estatus, generalmente son eliminados por la carga genética, porque su forma de desenvolverse requiere demasiada energía”
Las luchas de poder con los perros no transmiten más liderazgo que el reflejado por un humano adulto involucrado en una lucha física con un niño pequeño o un ladrón de bancos armado frente a sus rehenes.
La realidad es que, gracias a un golpe de suerte extraordinario, hemos sido bendecidos con manos articuladas con pulgares que nos permiten acceder a la mayoría, si no a todos, los recursos que los perros desean. Manteniendo el control de estos recursos, incluyendo la comida, esparcimiento y atención, y no ofreciéndolos de manera gratuita o bajo demanda, no es necesario llegar a las luchas de poder con nuestros perros. Tenemos todo lo que el perro desea. Ya somos los “dominantes”. El truco está en no entregar estos recursos gratis aunque lo soliciten.
Los métodos de adiestramiento basados en la dominancia requieren una energía muy intensa a los humanos. Requieren que las personas reaccionen constantemente a las acciones del perro, como por ejemplo, corregir con un tirón de correa cuando gruñe, lo cual inicialmente coloca al perro como líder. Esta no es la manera en que los individuos “dominantes” se comportan – es, de hecho, la forma en que se comportan los individuos inseguros. Así que esos métodos de “calma-asertiva” transmiten la inseguridad de los abusones, más que liderazgo.
Los humanos no son ni perros ni lobos. Así que cuando tratamos de responder a un comportamiento u otro, estamos genéticamente destinados a fallar. Carecemos de la fisiología adecuada, la precisión y la exactitud con las que ofrecer el mismo tipo de señales y correcciones que usan los lobos o los perros con los otros para mantener la paz.
No somos perros y nuestros perros lo saben. No somos lobos y nuestros perros lo saben. Emplear una energía enorme para intentar ser algo que no somos no comunica liderazgo. A lo mejor, los divertimos. A lo peor, nos hacemos peligrosos e impredecibles a los ojos de nuestros perros, lo que tampoco transmite liderazgo en absoluto.
Afortunadamente, hemos aprendido mucho sobre el comportamiento canino desde comienzos de 1900. Así como llevó siglos que el género humano aceptara que la tierra no era plana, puede llevar décadas que aprenda que los perros no son lobos y que sus acciones y emociones son mucho más complejas que las simples etiquetas de “dominancia” y “sumisión”.
EJERCICIO
En el programa de televisión, se concede mucha importancia al ejercicio como una necesidad básica del perro. Los perros necesitan ejercicio. Lo siguiente no es un intento de minimizar la importancia del ejercicio regular. En cualquier caso, la mayoría de razas fueron desarrolladas para un trabajo en particular, que requiere ejercicio físico pero también mental. Los perros necesitan estimulación mental tanto como el ejercicio físico.
La estimulación mental, a través del adiestramiento, rastreo u otras actividades de trabajo satisfacen las necesidades del perro en ambos sentidos, físico y mental. Pasear al perro con una correa corta puede ser más fácil, pero le concede poco ejercicio aeróbico y no le permite obtener estimulación mental mediante la exploración del entorno como ocurriría en actividades sin correa.
Los ejercicios de estimulación mental también satisfacen las necesidades de los perros incapacitados físicamente debido a la artritis, displasia u otros problemas de salud.
El ejercicio forzado, como hacerlo correr en una cinta para caminar, satisface la necesidad física de ejercicio, pero no permite al perro decidir, no provee estimulación mental, ni socialización ni interacción con el propietario. En el Acta Federal de Bienestar Animal, las cintas andadoras están consideradas como ejercicio forzado y no están permitidas como medio para satisfacer las necesidades de ejercicio de los perros en las residencias caninas.
La cinta andadora, aún así, requiere tiempo por parte del propietario, dado que el perro debe ser constantemente supervisado para evitar daños y el potencial de abuso es alto. Hay otras actividades más satisfactorias como pasear, entrenamiento y deportes como el agility, Rally-O, pastoreo, rastreo o carreras de perros con señuelo disponibles para los propietarios a través de los clubes de raza y los grupos locales de adiestramiento, quienes pueden ofrecer a tu perro las actividades que encajen con su raza.
Comportamientos agresivos. Los perros que son reactivos con otros perros, con personas o con otros estímulos que se encuentran habitualmente en los paseos pueden empeorar con la exposición continua. ¿Reduciría tus niveles de estrés el ser perseguido por un oso? Por supuesto que no. Tus instintos de supervivencia se dispararían, enviando a tu cuerpo a una situación de sobrecarga de estrés para mantenerte vivo.
Los niveles de estrés en el perro, también el cortisol y la adrenalina, se elevan con cada paseo y exposición al estímulo desencadenante (sea persona, animal u objeto). No solo los niveles elevados de esas hormonas conducen a problemas de comportamiento, sino que disminuyen la respuesta inmune, dejando al perro más susceptible a las enfermedades.
Es por esto que los programas efectivos de modificación de comportamiento comienzan en entornos de bajo estrés, antes de, gradualmente, exponer al perro a niveles progresivos de contacto con las personas, animales u objetos que provocan el comportamiento agresivo. No es necesario que sean entretenidos en la televisión, solo que los resultados sean duraderos.
¿Necesidad primaria? Contrariamente a las afirmaciones emitidas en el programa, la necesidad básica primaria de un perro para la supervivencia no es, de hecho, el ejercicio. Si un perro emplease todo su tiempo y energía en hacer ejercicio, no le quedaría nada para dedicarlo a establecer y defender su territorio, ni para cazar o buscar alimento, ni para tener descendencia. El ejercicio se desarrolla a través de esas actividades, no en vez de ellas.
El entrenamiento y otras actividades proveen a los perros de la estimulación física y mental necesarias para su bienestar pleno. Los perros bien educados disfrutan de actividades “sin correa” con más frecuencia, lo que les provee del adecuado ejercicio físico y mental.
DISCIPLINA Y AFECTO: POSITIVO NO SIGNIFICA PERMISIVO
Con un mayor conocimiento del comportamiento, los conductistas y adiestradores de hoy día utilizan métodos positivos para modificar incluso los comportamientos más extremos en los perros con fantásticos resultados. Esto incluye perros con problemas de agresión severos que pueden estar afrontando la eutanasia, o perros de la “zona roja”.
Esto no significa, en cualquier caso, que al perro no se le pongan límites, reglas firmes o responda sólo cuando existan premios que obtener. El adiestramiento positivo y los métodos de modificación de conducta comienzan marcando unos límites claros y controlando los recursos en la vida del perro, incluyendo afecto y juegos, que no son entregados al perro cuando los solicita ni gratuitamente. Se hace de una forma que permita al propietario tener éxito, para que pueda controlar su atención, pero aún así disfrutar de la compañía y el afecto de su perro.
Si los propietarios no siguen estas normas y limitaciones, se verán forzados a utilizar el castigo, puesto que no tendrán otra forma de motivar a sus perros. Muchos de estos propietarios dan a sus perros lo que estos quieren libremente cuando lo solicitan (“se vuelven sumisos”) y después penalizan al perro por asumir el rol “dominante”. Esto no es un problema de comportamiento canino sino un problema de comportamiento humano.
EL ESTRÉS EN PERROS
Uno de los mayores puntos de acuerdo de los expertos respecto al programa de televisión es que la mayoría de los perros muestran señales de un significativo estrés, algunos hasta el punto de morder a la estrella del programa. Mientras mucha gente es capaz de reconocer claros signos de estrés como los ladridos, gruñidos y enseñar los dientes, los perros nos muestran numerosas señales sutiles de estrés antes de saltar a manifestaciones más impresionantes. Algunas de estas señales sutiles incluyen:
Bostezos
Respiración acelerada después de poco o ningún esfuerzo físico
Posición baja o atrasada de las orejas
Lamido repetido de los belfos o nariz
Aumento repentino de pérdida de pelo o piel
Cola baja o postura encogida
Movimientos tensos y lentos
Si un perro exhibe repetidamente estas señales durante la sesión de adiestramiento, es momento de reevaluar los métodos, el entorno o el comportamiento del propietario/adiestrador. ¿Es el entorno muy estresante? ¿Causan dolor al perro los métodos o el equipamiento? ¿Se le está exigiendo mucho al perro antes de tiempo?
Todos necesitamos de cierta cantidad de estrés para sobrevivir. El hambre es una forma de estrés. Si no nos sintiésemos hambrientos, no comeríamos. En cualquier caso, los métodos humanos y amables no sólo significan ausencia de sufrimiento, también significan ausencia de estrés indebido. Un perro que está estresado hasta el punto de llegar a la agresión, miedo o desconexión (indefensión aprendida) es físicamente incapaz de aprender y cualquier intento de adiestramiento mientras esté en ese estado será un desperdicio.
¿REHABILITACIÓN O SUPRESIÓN?
La modificación de conducta es el proceso de cambiar las emociones subyacentes de un perro (desensibilización) exponiéndolo gradualmente al estímulo desencadenante (perro, persona, coche, etc), y enseñándole, entonces, un comportamiento alternativo (contracondicionamiento). Este proceso mantiene al perro por debajo del nivel al que reacciona (comúnmente llamado umbral de reacción) y gradualmente enseña al perro una respuesta más deseable en situaciones de estrés. Hay una diferencia entre suprimir un comportamiento y modificarlo.
La supresión generalmente es llevada a cabo usando la fuerza o la inundación. La supresión del comportamiento detiene el comportamiento en el momento, pero requiere que el propietario repita los pasos necesarios constantemente, una y otra vez. Cuando muchos propietarios se preguntan “Qué debo hacer cuando mi perro…..” esto parece la solución. En cualquier caso, no estamos cambiando la razón subyacente del comportamiento.
Un perro con modificación de conducta ofrece el comportamiento alternativo de buena gana, como mirar al propietario en vez de arremeter contra un perro extraño, sin necesidad de una correa tirante o una restricción física, permitiendo al propietario premiar el comportamiento más deseable, en vez de “corregir” el comportamiento indeseado.
El uso de la fuerza incluye el castigo como correcciones verbales, correcciones de correa o presionar el cuello de tu perro con los dedos. Puede incluir igualmente forzar al perro a tumbarse de lado o panza arriba. Aunque técnicas como estas pueden suprimir los síntomas del problema de comportamiento momentáneamente (si no provocan una respuesta agresiva), el uso de la fuerza frecuentemente empeora los problemas conforme el perro crea una asociación entre el castigo y el detonante (persona, lugar o sitio) que incita el comportamiento agresivo o indeseado. En la mayoría de los casos, la frecuencia o la forma de castigo debe ser incrementada para mantener la supresión.
Mientras hay tipos de castigo que pueden ser usados de forma humana y efectiva para modificar los problemas de adiestramiento de bajo nivel, el uso de aversivos, como se ve en el programa, suprimen los síntomas del comportamiento a corto plazo. A largo plazo, el fallo conductual puede llevar meses o años en salir a la superficie.
Inundación. Si tienes miedo de las arañas, ¿disminuirá tu miedo si te doy un masaje con un par de tarántulas? La inundación es la exposición prolongada y forzada a algo que es o se ha vuelto desagradable. Esto incluye empujar a un perro miedoso a una piscina o sumergir a un perro reactivo a los perros, en un entorno con un número elevado de ellos. Cuando un perro es inundado, puede “apagarse” debido al estrés y dejará de mostrar sus problemas de comportamiento. Esto no es solucionar el problema, aunque dé esa impresión, dado que el perro no muestra signos claros de agresión, de hecho, el perro no está haciendo nada en absoluto.
Aunque una modificación de conducta real no es un proceso rápido, y aunque, ciertamente no sea apropiada para un programa de televisión, los efectos son más permanentes que los que obtenemos de la supresión del comportamiento por medio de la fuerza o la inundación.
CAUSAS MÉDICAS PARA PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO
No todos los problemas de comportamiento son resultado de una falta de adiestramiento, ejercicio, liderazgo o disciplina. Hay muchas causas médicas que los provocan también. Los despistes higiénicos en el hogar pueden ser debidos a infecciones del tracto urinario y la agresividad puede ser una reacción de dolor causada por lesiones o enfermedades. La agresión podría ser disparada por heridas, o enfermedades como el hipotiroidismo.
En un episodio reciente de O el perro o yo, a un Bulldog Americano que exhibía conductas agresivas hacia las visitas se le diagnosticó hipotiroidismo después de que el adiestrador recomendara un chequeo veterinario. Los propietarios no habían siquiera imaginado que el perro tuviera problemas de salud que contribuyeran a su comportamiento.
Hay también algunos comportamientos que no tienen causas físicas sino mentales, como los desórdenes compulsivos. Un popular video de internet muestra a un perro atacando su pata. Este es un magnífico ejemplo de un problema de comportamiento compulsivo. Este tipo de problemas no serán modificados con ejercicio, – de hecho, el perro del video mostraba este comportamiento tras los paseos – liderazgo o disciplina.
Un profesional cualificado reconocerá cuando un problema de comportamiento puede tener una causa médica y dará los consejos adecuados antes de intentar tratarlo con adiestramiento.
Cualquier cambio repentino de comportamiento debería ser siempre consultado a un veterinario.
¿PSICOLOGÍA CANINA O PSICOLOGÍA DE CHISTERA?
La psicología canina o, más adecuadamente, el estudio del comportamiento animal, no es un completo misterio reservado a la interpretación de unos pocos. Aunque hay algunas áreas en las que nuestro conocimiento es incompleto, hay una increíble cantidad de información avalada científicamente.
CONCLUSIÓN
¿Es el ejercicio importante? ¡Por supuesto! ¿Necesitan normas los perros? ¡Seguro! ¿Necesitamos dejar de humanizar a los perros y adquirir mayores conocimientos sobre el comportamiento canino? ¡Definitivamente sí! Pero cómo se llevan a cabo todos estos objetivos es de igual importancia.
Un entendimiento básico del comportamiento canino puede ofrecer a los propietarios el conocimiento que necesitan para determinar los métodos correctos de educación para sus perros y evitar aquellos que ofrecen soluciones de “corte moderno” o psicología de chistera para vender métodos antiguos, y potencialmente peligrosos, en un nuevo empaque.
El hecho de que las bases del programa estén corruptas debería ser suficiente para hacer pensárselo dos veces a los propietarios antes de utilizar los métodos que se promueven. De todas maneras, en nuestra sociedad mediatizada, si sale en la televisión, debe ser verdad.
Traducido del original http://www.4pawsu.com/dogpsychology.htm
por: Virginia Millares Senosiain, www.damelapatita.com
.
Etiquetas:
artículos,
educación,
métodos adiestramiento,
psicología canina
Suscribirse a:
Entradas (Atom)